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Una de las verduras que más nos gusta en casa son las berenjenas, tanto que lo mismo las comemos en invierno que en verano de todas las formas que os podáis imaginar: en crema, rellenas, asadas, en risottos, rebozadas...
Ellas son pues protagonistas de varias recetas del blog
que aquí os enlazo para que podáis visitarlas con tan sólo pinchar en su nombre
si os interesa:
-
Macarrones con berenjena y tomate (una especie de pasta alla norma)
-
Briam griego (plato de verduras asadas típico griego)
A esta colección voy a añadir hoy una receta típica italiana que me
encanta, pues la combinación berenjena y tomate es de mis favoritas, además así
rebozadas están tan ricas!!
Os confieso que me comí más de una de esas
rodajitas doradas antes de preparar la fuente para hornearlas… Si queréis que estén aún más ricas podéis
remojar las berenjenas en cerveza pero
eso ya no es típico de la receta italiana que yo sepa.
Berenjenas a la Parmesana
Ingredientes (4 personas plato único) Fuente de
horno 30x20 cm
1 kg de berenjenas
Harina para
enharinar las berenjenas
Aceite de oliva
suave para freír las berenjenas
125 g mozzarella de
búfala fresca
150 g parmesano rallado u otro queso viejo de consistencia dura. Yo he
usado grana padano que es parecido pero de calidad inferior al parmesano y por
lo tanto mucho más barato.
Sal al gusto
Las cantidades
de queso son orientativas, ya depende de cada cual ponerle más o no. Yo quería
que se vieran las berenjenas para que no pareciese una lasaña así que no le
puse demasiado por encima, pero si se quiere se puede cubrir la fuente entera.
Salsa de tomate casera (se puede sustituir por un bote comprado aunque nunca será igual… pero entiendo que
hay quien tiene poco tiempo para cocinar)
1 kg y cuarto de tomates maduros
1 cebolla mediana (200 g)
2 dientes de ajo
1 pimiento verde pequeño (40 g)
Algunas hojas de albahaca fresca
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta negra al gusto
1 cucharadita de azúcar en caso de
estar ácidos los tomates
Preparación
Lava las berenjenas y córtalas
sin pelarlas en rodajas de unos 5 mm de
grosor más o menos.
Ponlas en una fuente con bien
de sal (yo les pongo media cucharada de sal por cada berenjena) y agua que las
cubra. Para que se sumerjan bien les pongo un plato encima que haga peso.
Déjalas reposar en el agua al
menos unos 30 minutos para que así suelten su amargor y tomen algo de la sal.
Hay quien prefiere dejarlas sudar sólo con sal pero en mi casa mi madre siempre
las ha puesto en agua y yo como buena hija sigo su costumbre. Además al absorber agua luego chuparán mucho menos aceite al freírlas sino se lo chupan casi como una esponja y aumenta la cantidad de calorías considerablemente... Como podéis ver
en la foto el agua se irá poniendo morada con lo que van soltando las
berenjenas.
Ralla el queso, reserva.
Pica finamente las hojas de
albahaca, los ajos, la cebolla y el pimiento verde.
Ralla los tomates desechando
la piel o bátelos en la batidora si te es más cómodo.
Mientras la berenjena pierde el amargor prepara la salsa de tomate:
En una sartén pon un buen
chorreón de aceite de oliva virgen extra a calentar a fuego medio.
Una vez caliente añade el ajo,
marea un par de minutos y añade la cebolla y al poco el pimiento verde. Deja que todo tome color a
fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se vaya a quemar.
Cuando la cebolla se vea
dorada añade el tomate rallado, las hojas de albahaca, un poco más de sal y
pimienta negra recién molida en cantidad al gusto.
Sube el fuego a fuerte y en
cuanto rompa a hervir la salsa de tomate bájalo a fuego medio-bajo, tapa la
sartén (si tiene mucho caldo puedes dejar una rendija sin tapar para que vaya
evaporando) y deja que se haga hasta que el tomate no sepa ya a crudo y haya
espesado la salsa. Yo le doy de una media hora así a fuego medio-lento y si veo que tiene
mucho caldo destapo la sartén y subo el fuego un poco para que lo evapore, pero
controlando que no se vaya a quemar la salsa.
Una vez lista la salsa
resérvala.
Si notas al probar la salsa
que está un poco ácida puedes añadirle un poco de azúcar para rectificar esa
acidez.
Escurre bien las berenjenas de
agua, seca las rodajas apretándolas entre dos hojas de papel de cocina para
quitar toda el líquido sobrante.
Pon en un plato hondo harina
y pasa todas las rodajas una por una por
la harina cubriéndolas bien y sacudiéndolas para eliminar la harina sobrante.
Fríe por tandas las rodajas de
berenjena en aceite bien caliente hasta que estén doradas por ambas caras. Yo
uso la freidora porque se chupan menos aceite que en una sartén y se escurren
mucho mejor en el cestillo.
Según se vayan friendo ve
sacándolas a un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Prueba
una y si están cortas de sal añádeles un poco.
Una vez fritas todas las
rodajas pon a precalentar el horno a 180 ºC, calor arriba y abajo.
Esparce en la fuente de
hornear un poco de la salsa de tomate en el fondo, pon encima una capa de
berenjenas, reparte por encima pedazos de mozzarella finamente cortada y bien
de queso parmesano rallado.
Extiende por encima la salsa
de tomate restante y cubre con otra capa
de berenjenas fritas.
Remata con la mozzarella y el queso rallado restante.
Hornea en horno precalentado a
180 ºC unos quince o veinte minutillos o
el tiempo que tarde el queso en estar bien fundido.
Y sin más listas para servir
inmediatamente aunque es un plato que se puede hacer perfectamente al mediodía y
calentarlo para la cena o para comer al día siguiente, yo diría que incluso
está mejor.
Eggplant Parmesan
Ingredients (4
servings) Baking dish 30x20 cm
1 kg aubergines/eggplants
Flour for dusting the eggplants
Olive oil or another vegetable oil for frying
125 g mozzarella, finely chopped
150 g of grated Parmesan cheese
Salt
Tomato sauce
1.250 g ripe tomatoes
2 cloves of garlic
1 medium onion
1 small Italian green pepper
A few fresh basil leaves
Extra virgin olive oil
Salt and black pepper to taste
1 tsp sugar, if tomatoes are acid.
Directions
Wash the eggplants and cut
them into 5 mm thick slices.
Place the slices in a large
bowl with a good sprinkle of salt (1/2 tbsp for every eggplant) and pour enough
water to cover them. Put a plate on top and let sit for at least 30 minutes,
they will be less bitter.
Meanwhile grate the Parmesan cheese
and make the tomato sauce:
Chop finely the basil leaves, cloves of garlic, onion and
green pepper.
Grate the tomatoes to make a
puree (you can use a blender).
Heat a few tablespoons of
extra virgin olive oil over medium heat in a skillet.
When oil is hot enough add the
cloves of garlic, finely chopped.
Add the onion and the green
pepper.
When the onion turns golden
pour the tomato purée and the fresh basil leaves. Season with salt and freshly
ground black pepper to taste.
Cover the skillet with a lid
and cook the tomato sauce over low heat until it has lost the taste of raw tomatoes
and has become a thick sauce. You can remove the lid and let the sauce bubble
vigorously to thicken.
If when you taste the sauce,
you still taste the tomato's acidity, add a touch of sugar.
Now prepare the eggplants: drain and press the eggplant slices
between clean kitchen towels to extract as much liquid as posible.
Scoop some flour into a bowl and coat the slices, shaking off the excess
flour from each one.
Heat the frying oil in a large pan (I prefer to use a deep fryer).
Deep fry all the eggplants slices in batches and let them brown on both
sides. Place them in a dish with kitchen paper, so that the excess oil is
absorbed.
Taste them and season lightly with salt if necessary.
Preheat oven to 180ºC (350 ºF).
Spread a few tablespoons of tomato sauce on the bottom of the baking dish.
Arrange a layer of fried eggplant slices, sprinkle with some mozzarella and
parmigiano.
Spread the remaining tomato sauce on
top and make another layer of eggplant
slices.
Top with the remaining mozzarella and parmigiano.
Bake in the preheated oven to 180°C (350 ºF) for about 15-20 minutes or until
cheese is melted.
Serve immediately or warm it again in the evening or the next
day, it will be even better.
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Hola guapa, ricas tienen que estar un rato, tenemos en el huerto un monton, que delicia te han quedado maravillosas, vamos que a estas horas en mi mesa mis comensales se pondrían morados..... Bessss
ResponderEliminarA mi no me gustan las berenjenas pero de tanto prepararlas a mi hija que le
ResponderEliminarencantan!! ya le estoy cogiendo el gustillo, seguro que estas le van a gustar
tienen buena pinta, gracias por la receta.
Besos
las berenjenas siempre son bienvenidas en mi casa , de esta forma no he probado así que no dudes que las voy a hacer. Un beso y feliz tarde de domingo!!!
ResponderEliminarMe encantan las berenjenas,y suelo cocinarlas de distintas manera,la tuya me la apunto para hacerla .Feliz semana y besitos !!!
ResponderEliminarTrinidad, que buen repertorio de recetas con berenjenas, tienes. A mi me vuelven loca, en mi blog también tengo un montón de recetas, porque me encantan. Tengo una versión más "light" de las berenjenas a la parmesana, por mi problema con el colesterol, a mi me pasa igual que a ti, es imposible, controlar la tentación de comerse unas cuantas mientras las frío, y es que están ¡Tan buenas!...te ha quedado una fuente perfecta, y no digo ya lo riquísima que tienen que estar.
ResponderEliminarBesos guapa, y que pases una feliz semana.
Que buena esta receta!!besos
ResponderEliminarBuenos días Trinidad, muy rica receta de berenjenas, no las he comido todavía de esta forma y eso que también soy un gran aficionado a esta verdura, me lo apunto al igual que el recopilatorio tan variado que nos ofreces, muchas gracias.
ResponderEliminarUn beso y feliz día.
Trini reconozco que yo también siento debilidad por esta receta ¡es que no puedo resistirme a ella! y no la preparo tan a menudo como me gustaría porque lleva un aporte importante de calorías que si no ¡caía todas las semanas! y reconozco que cae con frecuencia ¿eh? porque en casa las berenjenas también nos encantan, entonces no se nos hace pesado ni repetitivo este plato por mucho que lo hagamos y ya procuro yo hacer en cantidad para que quede para otro día.
ResponderEliminarCreo que ya no tengo más que decir, salvo que te han quedado ¡de lujo!
¡Besos mil!