Risotto de espárragos trigueros y queso viejo

 

Me resulta curioso ver cómo con la edad han mejorado bastante mis gustos culinarios  y las de cosas que me estaba perdiendo antes, algunas por simple cabezonería de decir que no me gustaban sin ni siquiera probarlas.  De hecho cuando mi madre me hacía de peque patatas con espárragos trigueros y chorizo siempre dejaba a un lado los espárragos… tonta que era... Ahora los espárragos trigueros salteados a fuego lento en una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra,  sal, ajo en polvo y pimienta negra son para mí un pequeño placer para el paladar.

Hace pues ya algunos años que  por suerte cambié y empecé a apreciar los espárragos como se merecen, llegando a gustarme tanto que no paro de idear formas para comerlos desde salteados con pasta hasta metidos dentro de una hamburguesa o de un serranito sustituyendo al pimiento verde frito. Y de ese idear es de donde surgió este risotto que es prácticamente como todos los risottos pero teniendo a los espárragos como ingrediente principal, los cuales le aportan sabor y un color verde maravilloso y muy original. Aunque realmente lo más importante es usar un buen caldo de base para cocer el arroz ya que también influirá en el sabor final.

En definitiva este plato  es ideal para tanto para mayores como para niños  ya  que creo que es una buena manera para darles los espárragos sin que quejen porque no tienen por qué ver ni un espárrago y así se van acostumbrando a su gusto.

Risotto de espárragos trigueros y queso viejo

Ingredientes (3 personas)

400 g espárragos verdes (1 manojo pesado entero antes de partirlo)

240 g arroz redondo   

2 cebolletas medianas

2 ajos medianos

200 ml vino blanco

750 ml de caldo básico casero, caliente para no romper la cocción del arroz

100 g queso viejo rallado  (un queso curado para darle carácter)

Sal y pimienta negra recién molida al gusto.

Aceite de oliva virgen extra

En caso de que el caldo básico no fuera suficiente, reserva parte del agua de cocer los espárragos por si es necesario añadírsela al arroz.

Preparación

Primero que nada prepara el “puré” espárragos:

Lávalos bien y trocéalos con las manos eliminando los tallos duros (si doblas el espárrago se partirá solo separándose la parte dura de la blanda).  Los tallos puedes guardarlos para hacer caldo básico.

Una vez troceados ponlos a hervir en suficiente agua hasta que estén tiernos. Con unos diez minutos suele sobrar, pasado ese tiempo retíralos del fuego y escúrrelos, reserva alguna agua de la cocción por si te falta caldo después para el arroz. 

Pásalos por agua fría para interrumpir la cocción y reserva algunas puntas para decorar los platos.

El resto ponlo en la batidora y bate hasta obtener un puré. Reserva.

Ralla el queso y pica fino las cebolletas y los ajos.

Pon en un cazo el caldo casero a calentar.

En una sartén lo bastante grande añade un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente añade los ajos y las cebolletas finamente picados y refríe a fuego medio hasta que estén dorados.

Agrega el arroz y remueve hasta que esté transparente, vierte entonces el vino blanco y sube el fuego para que se evapore el alcohol. 

Una vez evaporado añade tres cazos de caldo básico caliente y remueve bien el arroz para que vaya soltando el almidón.  Añade entonces sal y pimienta negra recién molida al gusto.

Pasados cinco minutos baja a fuego medio y ve añadiendo cazos de caldo según se lo vaya consumiendo el arroz y remueve de forma continuada para que siga soltando almidón. Así hasta que el arroz esté casi hecho, unos quince minutos más o menos, es decir: 5 minutos a fuego fuerte + 15 minutos a fuego medio.

Cuando el arroz esté casi listo añade el puré de espárragos y remueve bien para que se mezcle con todo el arroz.

Por último añade el queso  rallado, mezcla bien para que se funda, prueba de sal por si es necesario añadir más y remueve la sartén del fuego.

Sirve de inmediato decorado con las puntas de espárragos y a disfrutarlo.
 

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