En casa cuando llega el invierno casi todas
las semanas se prepara un día un risotto y otro una crema de verduras, y la
mayoría de las veces dichos platos requieren de un caldo base para
enriquecerlos.
De caldo hay multitud de recetas teniendo cada
cocinero la suya según sus preferencias
a la hora de añadir ingredientes y el grado de concentración que se quiera. Pero sé que algunos de vosotros estáis empezando
en esto de cocinar con mucha voluntad y aprendiendo desde cero, así que a modo
de orientación os pondré la receta del que se prepara en mi casa.
Con esta receta sale bastante caldo como podéis
ver por las fotos… antes de que empecéis a imaginar que me baño en él… en plan
Cleopatra y leche de burra… os diré que relleno botes de
cristal reciclados, los etiqueto con la fecha y el contenido, y los meto en el congelador
para ir sacándolos según necesite, ya que hacer un caldo casero cada vez que voy
a hacer una crema sería un poco engorroso. Así ahorramos tiempo y trabajo.
Acostumbro a llenar botes de diferentes
tamaños ya que hay recetas que requieren de poca cantidad mientras que otras necesitan más.
Una última aclaración por si alguien quiere
hacerlo y desconoce las leyes básicas de la física… los líquidos al congelarse
aumentan de volumen por lo que al llenar el bote hay que dejarle espacio, como un dedo más o menos. Así evitaremos que estalle el bote al congelarse el caldo y os
acordéis de mi pobre madre…
El caldo puede estar congelado tres o cuatro
meses sin perder propiedades aunque a mí sinceramente nunca me dura más de mes
y medio.
Pinchando aquí puedes ver varias recetas en las que usar el caldo tales como risottos, cremas de verdura, etc...
Pinchando aquí puedes ver varias recetas en las que usar el caldo tales como risottos, cremas de verdura, etc...
Ingredientes
2 puerros
1 cebolleta
1 calabacín
pequeño
1 tomate
mediano.
2 zanahorias
1 pimiento
verde pequeño
Perejil
Un par de hojas de acelgas si tienes sobradas de otra receta
Un par de hojas de acelgas si tienes sobradas de otra receta
1 muslo y
contra muslo de pollo o recortes de filetes y pollo que hayamos ido guardando. Si quieres un caldo sólo vegetal, no los añadas.
Agua para
rellenar la olla una vez llena con los demás ingredientes.
Sal no le echamos porque lo usaremos de base
para otras recetas y así añadimos en cada receta la que haga falta sin que el
caldo interfiera.
*Nota
1 Es una receta totalmente de aprovechamiento, se puede añadir verdura que
tengamos un poco vieja en la nevera (como el pimiento de la foto) o restos de verdura de preparar otras recetas (como las hojas de acelgas o los tallos de cebolleta de la foto), todo aporta sustancia al caldo.
*Nota
2 Suelo tener en el congelador una bolsa a la que voy
añadiendo los recortes que me sobran de arreglar carne y que guardo para el caldo en vez de comprar el pollo. Esto lo aprendí de mi suegra Benedicta, que como cocinera no tiene precio.
Preparación
Vamos a
necesitar una olla bien alta y a poder ser rápida o express, que sale más
barato que dejarlo todo el día ahí cociendo a fuego lento… que con tanta subida de luz no
está la cosa para derrochar.
Lava
bien todo y trocea un poco las verduras.
Pon en el fondo de la olla la carne y añade las verduras.
Rellena con agua nunca más de ¾ de la capacidad de la olla, para que funcione bien la válvula de seguridad, y ponla a fuego fuerte. Dale 30 minutos contados desde que empiece
a sonar la pesa.
Pasado ese tiempo la apago, espero a que baje la
pesa y se pueda abrir la olla, la abro y cuelo en un cazo una buena cantidad de caldo; es mejor así que llenar directamente los botes de cristal
que podrían estallar con el contraste del calor. Luego cuando se enfría un poco
ya relleno los botes con el contenido del cazo.
Aplasto las verduras en la olla con una
espumadera para que suelten más sustancia ahora que están cocidas, y todo su jugo se integre en el caldo restante. Relleno de nuevo la olla con agua y a cocer otra
media hora para obtener otra olla de caldo.
Finalmente cuelo todo el caldo y cuando se
enfría un poco relleno los botes. Los dejo enfriar por completo y entonces los
cierro, los etiqueto con un rotulador indeleble y al cajón del congelador.
Me encantó esta receta de aprovechamiento!! Nunca pensé en hacer una segunda pasada!! Desde Argentina un gran abrazo!!
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