Recipe in English here
Cuando
llega el calor no hay nada mejor para combatirlo que un buen vaso de gazpacho fresquito, y así
ha sido durante siglos la costumbre en mi tierra, Andalucía, sin que se sepa muy bien dónde está el origen de esta sopa
fría. Algunos incluso hablan de un origen
romano, aunque claro está que la versión actual sólo fue posible a partir del
descubrimiento de América que nos llegaron los tomates y los pimientos…
En fin que siendo yo de aquí quisiera compartir la receta que mi familia lleva toda la vida haciendo, ya que no existe una única receta sino que cada casa tiene la suya.
En fin que siendo yo de aquí quisiera compartir la receta que mi familia lleva toda la vida haciendo, ya que no existe una única receta sino que cada casa tiene la suya.
Se puede tomar en vaso como bebida, o servirlo en cuencos como
sopa fría, debiendo en este caso quedar algo cremoso, para lo que se emulsiona
con el aceite al batirlo. Servir aparte cebolla
y pepino picados finamente, para que
cada cual se sirva lo que guste, también se puede acompañar de pan tostado en
dados o frito.
Es bastante saludable pues
sólo lleva verduras frescas y un poco de aceite, sal y vinagre.
Ingredientes
1 Kg de tomates rojos maduros, tomates en rama por ejemplo. (Si lo hacemos con tomates de ensalada nos saldrá naranja en vez de rojo).
1
Diente de ajo grande pelado
1
Pimiento verde tipo italiano de los pequeños o ½ Pimiento rojo pequeño, en vez del verde, para
darle un tono más intenso.
Sal
al gusto (1 cucharada rasa).
2
cucharadas de vinagre de vino blanco(30 ml)
5
Cucharadas soperas de aceite de oliva (75
ml aprox)
2
Tallos de hierbabuena
Agua
muy fría, la que necesite para la textura deseada.
Opcional
100
g de pan blanco duro, pan de pueblo u hogaza, remojado para que esté blando y
poder batirlo ( en un cuarto litro de
agua).
Guarnición
1
pepino pequeño pelado y cortado en daditos
Cebolla
en daditos
Trocitos
de pan tostado o frito (croutones)
Preparación
Lavar
bien las verduras y dejar escurrir.
Poner
en la batidora el aceite, el vinagre, la sal y la hierbabuena. Sed prudentes
poniendo vinagre y sal que siempre hay tiempo para rectificar luego si os
quedaís cortos, siendo más difícil si os pasaís.
Pelar
los tomates y trocearlos en cuartos. Añadirlos también a la batidora junto con el ajo y el pimiento
troceados (y el pan en su caso).
Ir
añadiendo agua fría para facilitar el batirlo, hasta que tenga la consistencia
que nos guste (más líquido o menos). Batir todo bien hasta que no se vean restos
de verdura y sea líquido por completo.
Probar
y rectificamos de sal, aceite y vinagre según
nuestro gusto.
Batir
de nuevo todo bien.
Finalmente
pasar por un colador para evitar las pepitas del tomate y demás.
Verterlo en una fuente o jarra y conservarlo en el frigorífico hasta el momento de consumirlo. Cuanto más frío mejor.
Verterlo en una fuente o jarra y conservarlo en el frigorífico hasta el momento de consumirlo. Cuanto más frío mejor.
Si
se toma en tazón acompañarlo de la guarnición.
Nota: Mi
madre suele hacer el gazpacho con poca agua para poder guardarlo en un bote en
el frigorífico, por cuestiones de espacio. Como está más concentrado y espeso suele estar fuerte de sal y vinagre,
pero luego a la hora de servirlo ya le añade más agua fría para quede más
líquido y bien de sal.
por qué gazpacho andaluz? existe un gazpacho madrileño o catslán? el gazpacho es andaluz. seria redundante. por lo demás felicidades por el blog!
ResponderEliminarPues casualmente existe el gazpacho manchego... y no sé si habrá más... por eso puse lo de andaluz para recalcar su origen y que es el que se estila aquí en mi tierra, ya que hoy en día hay gazpacho hasta de remolacha... y en mi opinión eso no es gazpacho sino una crema fría de remolacha, pero para gustos colores.
EliminarSaludos y gracias