Cuando pienso en un postre romántico siempre se me vienen
a la cabeza fresas con nata, ya sé que no soy muy original pero hay que
reconocer que son un clásico. Así que
hoy os traigo la tarta que preparé para San
Valentín que no es más que una presentación un poco más elaborada de dicha combinación.
Es una tarta muy suave y que entra sin darse cuenta, doy
fe de ello… pero lo mejor de todo es que se prepara sin horno, así que nos
quedan pocas excusas para no probarla!
Es pequeña, de unos 20 cm de diámetro, siendo perfecta para una celebración con pocas personas o para darse un capricho de vez en cuando sin tener que estar una semana comiendo dulce. Además las tartas con fruta fresca no me gusta que duren mucho para que no se oxide la fruta.
Para prepararla usé
como relleno la receta de mousse
cremosa de fresas sobre una base de
galletas y avellanas que me encanta, y la rematé con una capa de gelatina neutra mezclada
con fresas para darle ese bonito color rojo.
Cuando publiqué la tarta
brownie y mousse de chocolate de mi cumpleaños no sé si recordaréis que el
único fallo que le había encontrado es que la base de galletas quedaba muy dura
y era difícil cortarla; en esta tarta al ir humedecida no existe ese problema,
así que no hace falta afilar el sable para cortarla y os aseguro que queda muy
buena de sabor con el toque del vino dulce, supongo que por eso mismo me
encanta. ¿Habéis probado alguna vez las
fresas maceradas con vino dulce? Una delicia…
Tarta de fresas y natas
Ingredientes (para
un molde de 20 cm de diámetro, desmontable)
Base de galletas
150 g galletas tipo Digestive
50 g mantequilla sin sal
30 g avellanas
30 ml de agua
30 ml de vino dulce
30 g azúcar
200 g fresas para decorar alrededor (más o menos)
Relleno (mousse de
fresas)
400 ml nata para montar 35% m.g, bien fría
100 g azúcar blanco (30 g para el queso, 70 g para montar
la nata)
4 hojas de gelatina
250 g fresas
150 g queso crema tipo philadelphia, a temperatura ambiente para que esté suave y se pueda trabajar.
Cobertura de
gelatina de fresas
100 g fresas
40 g azúcar blanco
1 cucharada vino dulce
3 hojas de gelatina
Preparación
Base de galletas
Primero preparamos una especie de jarabe con el que vamos
a emborrachar la base de galletas para que esté blandita y se pueda cortar bien.
Para ello calienta en un cazo el agua con el vino y añádele el azúcar. Remueve a fuego lento para que se disuelva bien el azúcar y deja reducir unos diez minutos. Apaga el fuego y reserva.
Para ello calienta en un cazo el agua con el vino y añádele el azúcar. Remueve a fuego lento para que se disuelva bien el azúcar y deja reducir unos diez minutos. Apaga el fuego y reserva.
Tritura las galletas junto con las avellanas hasta que queden como arena y
mézclalas con la mantequilla medio derretida y el jarabe para obtener una pasta
con la que forrar la base del molde (al que le habremos puesto previamente
papel de horno).
Elige unas cuantas fresas de tamaño similar, córtalas por
la mitad y colócalas en el molde para
decorar la tarta por todo alrededor como se ve en la foto.
Mete en la nevera el molde y deja enfriar mientras preparas el relleno.
Relleno
Primero que nada pon a remojo la gelatina en agua fría
unos diez minutos.
Tritura con la batidora las fresas hasta que queden
hechas puré. Coge un poco de ese puré y
caliéntalo en un cazo, retíralo del fuego y disuelve en él la gelatina
previamente hidratada, bien escurrida, teniendo cuidado de que no queden grumos.
Reserva
En un bol grande pon el queso crema, los 30 g de azúcar, el
puré de fresas y el puré con gelatina, bate todo junto y reserva.
En otro bol limpio monta la nata bien fría con las
varillas, y cuando esté a medio montar ve añadiendo poco a poco el resto del azúcar
(70 g). Sigue montando hasta que esté firme.
Añade la nata montada al otro bol y mezcla sólo lo
necesario para que se combine bien.
Vierte la mezcla resultante en el molde con la base de
galleta. Golpéalo contra la encimera varias veces a fin de eliminar posibles
burbujas y que la mousse se asiente bien, tápalo con film transparente y guárdalo en la
nevera para que se solidifique.
Cobertura de gelatina
de fresas.
Es preferible prepararla varias horas después de que la
mousse esté en la nevera, así estará firme cuando se vierta por encima esta
capa.
Lo primero es poner a hidratar la gelatina con suficiente
agua, unos diez minutos.
Mientras ve triturando las fresas con el vino y el azúcar y viértelas en un cazo.
Calienta el puré, retira del fuego y añade la gelatina
previamente hidratada para disolverla bien.
Una vez tibia la mezcla viértela sobre la tarta y vuelve
a meterla en la nevera hasta el día siguiente.
Decoración
Yo le puse unas fresas para decorarla y le eché la
gelatina por encima para que quedasen bien integradas. Después le puse unas
hojas frescas de hierbabuena y unas
flores blancas pequeñas de fondant y lista para disfrutarla!!!
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Me encanta esta tarta, con esa mousse tiene que estar deliciosa. Enhorabuena y a disfrutarla, saludos
ResponderEliminarGracias! La mousse queda muy buena ciertamente, tanto que la tarta no dura nada cada vez que la hago :)
EliminarBonita es poco y riquísima también, me voy a animar a hacerla te lo aseguro.
ResponderEliminarBesos guapa!
Espero que os guste tanto como a mí :)
EliminarUn beso
Yo la he hecho y me ha quedado super bonita y además nos ha encantado. No es nada empalagosa. Muchas gracias por la receta.
EliminarGracias a ti Carmen por decírmelo :)
EliminarMe alegro mucho de que os gustase, como dices no es nada empalagosa y queda muy suave.
Besos
hola cosa bonitaaaaaaaa, me encanta tu tarta, la decoración tan sencilla pero preciosa y ese corte ya pa morirse jijijij
ResponderEliminarbesote grande!!
Pensé en decorarla con un dibujo geométrico hecho con fresas fileteadas pero luego no quise complicarme la vida y le planté dos fresas encima, unas florecillas de fondant y ale...
EliminarMuaks :)
Una tarta espectacular para cualquier celebración y además muy fácil. Me has dado una idea para próximos cumpleaños :) Un beso gigante!
ResponderEliminarPues el 28 ya msimo está aquí :)
EliminarBesos linda
Uff que tarta por favor, tiene que estar buenísima y encima es preciosa ... Que pintaza!!...
ResponderEliminarBesos
SHOPPING STYLE
Está muy buena te lo aseguro y no se hace nada pesada a la hora de comerla :)
EliminarBesos
Ufff, es impresionante esta tarta, ya me gustaría hacer cosas tan bonitas.
ResponderEliminarBesos
Es muy fácil de hacer, sólo hay que tener la paciencia para poner las fresas de pie alrededor del molde :)
EliminarQue colorido mas bonito!!me comia un trocito!!besos
ResponderEliminarLa próxima vez te guardo un poquito :)
EliminarBesos
Un clásico!!! y deliciosa, de mis preferidas, me encanta el sabor y el color!! Biquiños
ResponderEliminarSí por eso quería incluirla en el blog porque llevo varios años haciéndola y siempre gusta, queda muy llamativa además con la cobertura roja.
EliminarBesos :)
Sencillamente, deliciosa.
ResponderEliminarFeliz semana
Gracias :)
EliminarQue delicia de tarta, fácil de preparar y super rica!! Con esas fresas tiene que ser una verdadera delicia, muy apetecible!! ME gusta mucho como te ha quedado!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
Gracias Raúl :)
EliminarBesos
Me apetece mucho probarla, se ve fresca y deliciosa!!! Seguro que en casa triunfa, ya te contaré...
ResponderEliminarA la espera quedo :)
EliminarBesos
Qué preciosidad! y lo buena que debe estar. Felicidades, cada día te superas a ti misma. Besos. azafrandehebra
ResponderEliminarGracias María, intento hacerlo lo mejor que puedo :)
EliminarBesos
Guau, ¡que buena pinta tiene esta tarta! Y además tiene que estar buenísima, qué ganas de probarla, ñam!
ResponderEliminares hermosa y para este día de san Valentín es muy especial.
ResponderEliminarbs
Que preciosidad de tarta Trini, es que me encanta en todos los sentidos.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Raquel, besotes :)
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