Mousse de fresas cremosa - Creamy strawberry mousse

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Hoy os traigo esta mousse que preparé hace poquito gracias al antojo de mi madre, la cual se  presentó el otro día en casa con un kilo largo de fresas que según me contó las había visto a buen precio en la tienda de al lado y no se pudo resistir. No me extraña que no pudiera porque tenían una pinta y un olor que es un pena que no se pueda apreciar por aquí.

Al estar tan cerca de Huelva nos llegan prontito las fresas a las tiendas a un precio relativamente económico así que a partir de ahora seguro que iré subiendo más de una receta con las mismas. Quedáis avisados… porque en casa las fresas nos gustan de todas las maneras imaginables: naturales sin más, con leche o leche condensada, maceradas en zumo de naranja, o con vino dulce, o con vinagre, o con azúcar por encima… en tartas, en mousses, en helados…podría seguir pero tampoco es cuestión de aburriros!!

Para empezar la colección de recetas freseras he elegido esta mousse porque me recuerda mucho a un sabor de mi infancia y me apetecía prepararla. 
La ventaja respecto a postres parecidos que se compran ya hechos es que no lleva colorantes ni aromas para que sepa a fresa sino que está hecha con auténticas fresas.

 Además no lleva mucha cantidad de azúcar ya que si las fresas son dulces también aportan su granito. A mí me gusta así pero de todas formas antes de verterla en los vasitos recomiendo probarla por si os gusta más dulce añadirle un poquitín más de azúcar.

Mousse de fresas cremosa

Ingredientes

400 ml nata para montar 35% m.g, bien fría

100 g azúcar (30 g para el queso, 70 g para la nata montada)

4 hojas de gelatina neutra o colas de pescado*

250 g fresas, bien lavadas y sin cabitos

150 g queso crema tipo Philadelphia

Vasitos de cristal reciclados de yogures comprados o tazones

* El paquete trae 12 hojas de gelatina y pesa 20 g, por si sirve de orientación

Preparación

Primero que nada pon a hidratar las hojas de gelatina al menos durante 10 minutos en agua fría suficiente para que se hidraten.

Mientras ve triturando con la batidora las fresas bien lavadas y limpias de cabos.

Una vez hidratada la gelatina calienta levemente un par de cucharadas de las fresas trituradas, retira del fuego  y mezcla con las placas de gelatina con cuidado de que se disuelva bien y no queden grumos. Esto lo hacemos porque la gelatina necesita de calor para disolverse bien, pero sin pasarnos o podría perder sus propiedades.

En un bol o fuente de cristal bien grande pon los 150 g de queso crema, 30 g de azúcar, las fresas trituradas y las otras con la gelatina disuelta. Bate bien con la batidora y reserva.

En otro bol bien alto, para que no salpique, monta la nata bien fría con las varillas y  cuando empiece a formar picos ve añadiéndole los 70 g de azúcar poco a poco y sigue montando hasta que quede bien firme. Esto es importante para meterle aire a la mousse y que quede esponjosa.

Para facilitar el montado yo suelo meter la fuente y las varillas un rato antes en el frigorífico, además de tener la nata bien fría.

Cuando la nata esté bien montada añádela al bol de las fresas con el queso y mezcla suavemente con movimientos envolventes, sólo lo justo para que se integren bien ambas mezclas.

Vierte en los vasitos de cristal y deja en la nevera hasta el día siguiente para que se asiente bien.

Y al día siguiente cucharilla en mano a disfrutarla!