Albóndigas en salsa de cebolla y vino blanco - Meatballs in white wine and onion sauce

Recipe in English here

El otro día publiqué la sopa de cebolla con queso y hoy para seguir con la semana temática cebollera os traigo estas albóndigas acompañadas de una estupenda salsa también de cebolla; para rematar la semana he pensado que la entrada dulce de éste próximo domingo van a ser cebollas con chocolate...  tranquilidad y que no cunda el pánico que  esto último es bromita y no me he vuelto loca jejeje.

Bromas aparte estas albóndigas me traen muy buenos recuerdos de mi infancia. Cuando mi madre las preparaba era como fiesta para mí porque sabía que ese día tocaban patatas fritas para acompañarlas y de peque me chiflaban. Además esta salsa de cebolla siempre le ha quedado para chuparse los dedos, es de esas que tienes que coger pan y dejar limpio el plato sin poder resistirte.

Mi madre unas veces las hace de ternera y otras de cerdo, a mí personalmente me gustan más de cerdo aunque en esta ocasión las he preparado mixtas de ternera con cerdo porque les gustan más así a los que las iban a comer. Recomiendo pedir al carnicero que os pique la carne, así nos aseguramos de lo que estamos comiendo, que visto lo visto últimamente más vale curarse en salud.

                       Albóndigas en salsa de cebolla y vino blanco

Ingredientes (para unas 50-60 albóndigas pequeñas)

1 kg carne picada de ternera y ¼ kg cerdo
300 g champiñones de lata escurridos  o 2 pastillas de espinacas
5 ajos medianos
1 chorreón de vino blanco
Perejil al gusto
3 huevos L
Pan rallado que haga falta
Sal, pimienta negra molida y nuez moscada 

He puesto los ingredientes para bastantes albóndigas porque ya que tengo el trabajo de hacerlas me gusta congelar unas pocas para otra ocasión, para una comida basta con la mitad de ingredientes; también doy a elegir entre champiñones y espinacas porque me gusta que lleven algo de verdura y cuando no le echo una cosa le echo la otra, y en algunas ocasiones incluso añado un poco de queso rallado, pero eso ya es cuestión de gustos.

Salsa de cebolla (para la mitad de las albóndigas)

2 Cebollas grandes
2 o 3 ajos
1 vaso de vino blanco (200 ml) o coñac
1 vaso de agua si se espesa demasiado
Sal y pimienta negra
Un poco de perejil fresco picado para decorar por encima 

Preparación las albóndigas

Primero que nada pica en una picadora los ajos, el perejil y los champiñones o espinacas.

Salpimienta al gusto la carne picada y añádele un poco de nuez moscada. Añade también la mezcla de champiñones con ajo y perejil picados.

Después agrega los huevos, un chorrito de vino blanco y mezcla todo bien.

Ve añadiendo el pan rallado que veas que hace falta para que la masa sea manejable.

Tapa la fuente con film transparente y métela a reposar en la nevera un par de horas. Así será más fácil hacer las albóndigas que si las hacemos inmediatamente.

Saca la mezcla de la nevera y forma albóndigas del tamaño de una nuez o un poco más grandes, procura que sean todas más o menos iguales para que se cocinen por igual. Pásalas por pan rallado y listas. 

Ahora es cuando congelo la mitad de las albóndigas resultantes, bien etiquetadas con su fecha, y la otra mitad las frío en tandas en abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente hasta que están bien doradas. Las voy sacando a un plato con papel absorbente para que se chupe el exceso de aceite. Una vez fritas todas preparo la salsa de cebolla.

Preparación de la salsa de cebolla

Para preparar la salsa pica los ajos y las cebolla, si no la vas a moler después la salsa es mejor que lo piques todo muy fino, si la vas a moler no es necesario.

Refríe los ajos y la cebolla en aceite de oliva virgen extra, a fuego medio, hasta que estén dorados. Hay que asegurarse de que esté dorada porque es lo que le dará su bonito color dorado a la salsa. 

Una vez dorada la cebolla añade las albóndigas fritas y el vino blanco y deja que cueza un rato para que se evapore el alcohol del vino y las albóndigas suelten sustancia. 

Si se espesa mucho puedes añadir agua y dejar reducir a fuego lento la salsa. Finalmente añade un poco de sal y pimienta negra al gusto.

Ahora puedes dejar la salsa así o sacar las albóndigas a un plato y molerla para que quede más fina y después volver a poner las albóndigas en ella.

Sirve bien caliente, acompañadas de patatas fritas o ensalada y a disfrutarlas! 

Y si quieres probar unas albóndigas diferentes que no llevan carne, prueba éstas de setas con verduras y queso.