Varias de las recetas que preparo llevan entre sus
ingredientes cebolla caramelizada, entre
ellas alguna que otra quiche, pizzas, tostas, hamburguesas y pinchos, por ello voy a subir primero cómo la hago
para no tener que explicarlo en cada receta.
Y como hoy la receta es corta
aprovecho para enseñaros este ramo de flores que me encantó aunque ni siquiera
sé cómo se llama esa flor blanca tan preciosa a la que le hice diez fotos...
Desde hace años mi madre
colabora mensualmente con un donativo a la asociación sevillana Entre amigos, y a
cambio un señor muy agradable nos trae todas las semanas un bonito ramo de flores a
casa, creo que han encontrado una forma muy digna de que la gente colabore con
su proyecto y de camino crear unos puestos de trabajo, que buena falta hace.
Cebolla caramelizada
Ingredientes (Se queda en unos 200 g)
400 g de cebolla (unas dos cebollas medianas)
3 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharada de vinagre de Módena. También podéis probar a
echarle una cucharada de Pedro Ximenez y ver cómo os gusta más.
Una pizca de sal
Aceite de oliva virgen extra
Con estas cantidades da para elaborar una de las recetas que iré publicando, si quieres más cantidad pues te toca duplicar los ingredientes.
Preparación
Pela las cebollas y córtalas por la mitad. Corta cada mitad en juliana, como en la foto.
Pon en una sartén un buen chorreón de aceite de oliva
virgen extra a fuego medio; cuando esté
caliente añade la cebolla cortada y refríela durante un rato, removiendo bien y extendiéndola en la sartén para que la ocupe toda. Pasados unos minutos pon una pizca de sal para ayudar a la cebolla a soltar el agua.
Cuando esté transparente, echa por encima el azúcar
moreno y remueve bien para que se impregne con el azúcar toda la cebolla.
Baja a fuego lento y sigue removiendo hasta que la
cebolla se vaya caramelizando y tome un bonito color dorado.
Cuanto más tiempo estés dándole vueltas más se
caramelizará, pero ten cuidado de que no se te queme. De hecho hay cocineros
que la caramelizan sin añadir azúcar sólo a base de darle vueltas a la cebolla para que suelte su azúcar natural.
Cuando esté ya dorada a tu gusto, añade una cucharada de
vinagre de Módena y remueve bien para que se evapore. Pasados unos minutos
aparta del fuego y déjala enfriar.
Normalmente la utilizo en el día pero no creo que haya
problema en conservarla en un recipiente tapado en la nevera unos días.
Algunas recetas con cebolla caramelizada que te pueden interesar:
Hamburguesa de pollo con curry y cebolla caramelizada
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