Roscón de Reyes paso a paso

Este año a raíz de una conversación sobre la calidad de los roscones de Reyes comprados, que más parecía un cuento de terror que una charla sobre pasteles,   se me antojo probar a hacerlo casero. Si es que me meto en cada fregado… así empecé con la masa de las pizzas y mírame ahora que tengo que amasarlas a mano todas.

Total que después de mirar montones y montones de recetas  decidí ir a lo seguro y me quedé con la del Blog Kanela y Limón que incluía el paso a paso con fotos y tenía muy buena pinta además de parecerme más sencilla que otras que me asustaba tan sólo con leerlas. 

Cargadita de ilusión escogí un domingo que tenía todo el tiempo del mundo para hacerlo. Porque no es tan complicado de hacer como el tiempo que se necesita entre levado y levado… Así que nada más levantarme  preparé todos los ingredientes  y me puse a hacer mi primer roscón de Reyes!

El abrir la botellita del aroma de azahar fue una gozada para mi olfato, maravilloso el olor que se extendió por la cocina, y desde luego está claro que es el ingrediente estrella que le da ese toque tan caracteristico al roscón, pero cuidado de no poner más de lo que pone en la receta porque el aroma o esencia es bastante  más concentrado que el agua de azahar y el roscón es para comérselo no para usarlo de ambientador perfumado…

No tengo la kitchen aid ni panificadora así que para ayudarme a amasar usé una batidora-amasadora manual con varillas que me regaló mi madre hace dos años  y que aún no había estrenado.  Amasar a mano me daba mucho miedo sinceramente, porque una masa tan pegajosa… lo mismo tenían que llamar a los bomberos para  despegarme de la encimera así que en un ataque de cobardía he dejado para otro año el amasado a mano.

Sinceramente pese a  algunas adversidades que se me presentaron (léase que aquello no levaba ni a la de cuatro una de las veces que lo hice o las frutas suicidas del primer roscón que se tiraron toditas a la bandeja del horno) quedé contentísima con el resultado final. Por supuesto todo es siempre mejorable, el año que viene perfeccionaré la técnica pues tengo claro  que a partir de ahora todos los años me va a tocar amasarlo vistos los resultados.

Mirad en las fotos como queda la miga, es perfecto para mojar en leche calentita.

He hecho la receta dos veces con los mismos ingredientes, la primera vez dividí la masa en dos roscones pequeños y me quedaron estupendos, la segunda dejé toda la masa en uno y me costó mucho trabajo darle forma y manejarlo, así que si eres novata como yo recomiendo hacer dos pequeños mejor que uno grande hasta que tengas más maña manejando la masa.

Roscón de Reyes paso a paso

Ingredientes

Prefermento  

50 g de harina de fuerza (tiene que ser harina de fuerza no vale otra)

16 g de levadura fresca de panadería (la de Levital que venden en Mercadona, Eroski…)

10 g de azúcar blanco

30 g de leche entera a temperatura ambiente

Masa del roscón

El prefermento preparado antes

400 g harina de fuerza (no vale otra)

50 g harina de fuerza de reserva

3 huevos L  a temperatura ambiente

70 g de manteca de cerdo

40 g de leche a temperatura ambiente

20 g de zumo de naranja

10 g de esencia o aroma de azahar (1 cucharada)

80g de azúcar

Ralladura de 1/2 limón (5g)

Ralladura de 1/2 naranja (4g)

4g de sal

Decoración

1 huevo para pintar el roscón

Azúcar húmedo para adornar (En un tazón poner cuatro cucharadas de azúcar y unas gotas de esencia de azahar, remover bien para que se humedezca levemente y colocarlo en montoncitos sobre el roscón justo antes de hornearlo)

Naranjas confitadas

Fruta escarchada o confitada
Almendra en cubitos

Relleno

500 ml Nata para montar bien fría y  mínimo 35% materia grasa, para que quede dura cuando la montes

80 g Azúcar glas

1 cucharadita de extracto de vainilla

Opcional: ponerle dos hojas de gelatina disuelta en un poco de nata

Si prefieres trufa de chocolate añade 40 g de cacao en polvo.

Preparación

Prefermento

Pon en un bol la harina de fuerza con el azúcar blanco, desmenuza por encima la levadura fresca de panadero  y añade la leche entera a temperatura ambiente.

 Remueve bien con una cuchara para que se integren los ingredientes por completo.

Tapa el bol con un paño levemente húmedo y deja fermentar a temperatura ambiente una hora.

Cuando pase la hora preparamos la masa del roscón.

Masa del roscón

Muele el azúcar con las pieles de naranja y limón, sin la parte blanca a ser posible, que amarga. Reserva. (En la receta original ralla las pieles, yo probé así y me gustó el resultado, lo dejo a tu elección).

En un bol profundo (si como yo no tienes kitchen aid ni panificadora) bate los 3 huevos y añade la manteca de cerdo derretida, la esencia de azahar, el zumo de naranja y la leche a temperatura ambiente.

Añade el azúcar con la piel de limón y naranja, el prefermento, la sal y la harina de fuerza (400g).

Deja los 50 g en reserva.

Con las varillas de amasar empieza a amasar * y sigue durante un cuarto de hora hasta que esté todo bien integrado y la masa esté lisa, elástica y brillante, sin grumos. Debe ser manejable sin que se quede pegada a los dedos. Si es necesario se puede añadir los 50 g de harina de fuerza reservados. 
Si se queda pegada a las manos no añadas más harina de la que pone en la receta, prueba mejor a untarte las manos con aceite y ya verás como la manejas mejor.

*Para amasar a mano hay que hacer un volcán con la harina y verter en el centro los huevos batidos y el resto de ingredientes. Pero amasar a mano con lo pegajosa que es la masa, cuesta bastante, lo digo por experiencia… para ayudarte como he dicho antes  puedes untarte de aceite las manos.

Lista la masa la ponemos en un bol aceitado y la tapamos con un paño levemente húmedo o film transparente. La dejamos levar como la masa de las pizzas. Tardará unas horas…

En el blog de Kanela y Limón nos explica que podemos dejar la masa levar así a temperatura ambiente o si la queremos para el día siguiente, la podemos preparar por la noche y dejarla toda esa noche en la nevera. Al día siguiente hay que sacarla y dejarla levar a temperatura ambiente.

Sabrás que ha levado cuando haya duplicado su volumen la masa. La temperatura ideal para que leven las masas es alrededor de los 25 grados, así que si puedes ponerla cerca de una fuente de calor mejor. Yo como lo empecé a preparar temprano lo puse al lado de la vitrocerámica mientras preparaba la comida para que le llegase calor.

Una vez levada la masa toca decidir si vas a hacer un roscón o dividirla en dos. A mi personalmente como dije en la entradilla me costó muchísimo cuando hice sólo un roscón darle la forma, pero claro soy novata en esto. En cambio hacer dos roscones pequeños me resultó mucho más fácil.

Para darle forma de roscón: forma una bola o dos bolas según lo que hayas elegido.

 La bola la formaremos cogiendo la masa del exterior y empujándola hacia el centro remetiéndola con los dedos. Luego con las manos ya perfeccionas la bola.

Ahora viene la parte más delicada que es darle la forma de corona: Coloca la bola sobre una esterilla de silicona o papel de hornear en el que vayas a hacer el roscón después, para evitar moverlo mucho.

 Clava un par de dedos en el centro haciendo un agujero con tus dedos y una vez que has abierto ese hueco coge la masa en el aire y ve dándole vueltas despacito entre las dos manos hasta ir ensanchando el agujero  y el roscón tenga la forma adecuada.

Si la masa se te encoge y no te deja darle forma prueba a amasarla un poco más.

Es muy importante dejar ese agujero central bien grande porque luego cuando el roscón leve se va a cerrar bastante, a mí me quedó el resultado final muy pequeño porque no lo dejé lo suficientemente ancho ya que por falta de experiencia ignoraba lo que iba a crecer.

Un truco para que no se cierre demasiado es poner un molde de emplatar en el agujero.

Una vez formado el roscón tápalo con un paño y déjalo levar de nuevo.

Ayudando a que leve

A mí una de las dos veces que lo hice me levó (duplicó el tamaño) sin problemas, pero la otra no había forma porque había mucha humedad y hacía frío así que tuve que encender el horno y meterlos dentro un rato para que levara; si tienes que recurrir a esto el horno nunca debe estar a más de 40ºC, es sólo para darle un poco de calor a la levadura para que actúe pero sin matarla…

Decoración

Antes de hornear el roscón  hay que pintarlo con huevo batido y colocar la fruta escarchada, la almendras en cubitos y el azúcar humedecido (éste ponerlo por encima en pequeños pegotitos).

La  primera vez  puse la fruta antes del levado del roscón y claro cuando el roscón levó se quedó la fruta hacia fuera y al hornearlo según iba subiendo el roscón la fruta iba cayendo a la bandeja como se ve en la foto, un desastre que luego arreglé como pude... 

La segunda vez, ya escarmentada,  puse la fruta después de levado y me aseguré de apretarla bien contra la masa para que agarrase y quedó mucho mejor. En la foto inferior arriba está el segundo roscón pequeño que hice y abajo el grande; en el grande puse la fruta atravesando el ancho del roscón porque me dí cuenta de que  es más difícil que se caiga puesta así atravesada que si la pongo como en el roscón pequeño.

Precalienta el horno a 220ºC, así cuando lo abras para meter el roscón no bajará mucho la temperatura con respecto a la necesaria para hornearlo que son 170ºC.

Hornea a 170ºC calor arriba y abajo,  con la rejilla en la mitad.

Tardará en estar todo dorado y hecho unos 20-25 minutos dependiendo del tamaño del roscón. Si ves que está poniéndose muy dorado por encima puedes protegerlo de la calor con papel de aluminio.

Una vez listo apaga el horno y deja enfriar.

Relleno

Para rellenarlo córtalo por la mitad con un cuchillo de sierra y pon con la manga pastelera nata montada, o trufa de chocolate o crema pastelera, lo que prefieras.

Asegúrate de poner la mitad superior de nuevo en su sitio.

La primera vez hice dos roscones pequeños, el primero que hornee cayó al momento caliente y todo así que no tuve ocasión de rellenarlo.

El segundo sí lo rellené una vez frío con nata que monté con azúcar glas y extracto de vainilla.

El roscón grande no lo llegué a rellenar tampoco aunque la idea era rellenarlo de crema pastelera o trufa de chocolate. Pero estaba tan rico mojado en leche que optamos por comerlo en plan bizcocho y no añadirle más calorías.

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