Manteca blanca y chicharrones

Este año quería hacer algunos dulces navideños (léase hojaldrinas, ya os contaré...) para lo que necesitaba  manteca blanca de cerdo y en vez de comprarla hecha en la carnicería pensé en aprovechar y hacer algunos chicharrones de camino.

Aquí en mi tierra los chicharrones son los trocitos de cerdo fritos  que quedan después de sacar la manteca blanca de cerdo y que tienen un peligro que no veas, es empezar a picar y no poder parar!! Claro luego me quejo de que no me vale la ropa del año anterior... que si encoge en el armario que si la lavé con agua caliente... excusas...

Pero una vez al año, una y no más porque  sería pasarse de colesterol,  me gusta prepararlos ya que me traen muy buenos recuerdos.  Siempre que hablamos de chicharrones sale la frase de ¿te acuerdas qué buenos aquellos de Guzmán? Y es que cuando mi padre aún vivía, en verano siempre íbamos a Chipiona de vacaciones y mientras mi madre y yo recogíamos la casa, él para adelantar tiempo se iba a comprar a la plaza  o  a un supermercado así familiar que se llamaba Guzmán.  En la carnicería de dicho supermercado tenían unos chicharrones que son los mejores que me he comido en mi vida, y que sabían a gloria en la playa a media mañana cuando el gusanillo empezaba a picar.

    Hace ya años que no  he vuelto a ir por Chipiona e ignoro si seguirá abierto dicho supermercado o no. En casa he intentado hacerlos parecidos cuando me entra la morriña, echándoles pimentón, orégano y ajo machacado mientras se cocinan, pero claro nunca serán iguales a aquellos que ya se han quedado en mi recuerdo como parte de mi adolescencia.

La receta de hoy no es la de ese supermercado que desconozco lógicamente , sino como los ha hecho mi madre de toda la vida que también están bastante buenos.

Manteca blanca y chicharrones

Ingredientes

1,5 kg de panceta

1,5 kg  de pella (es todo grasa y difícil de encontrar hoy en día en las carnicerías, a mí me la trajo por encargo y ya troceada)

Aunque parezca mucha cantidad luengo mengua bastante. Salieron dos tarrinas de 400 g de manteca y otro kilo además que usé para la manteca de lomo. Chicharrones no los pesé pero a razón de lo poco que duraron…
La sal la eché a los chicharrones por encima una vez apartados de la manteca para evitar que ésta llevase sal.

Preparación

Corta la panceta y la pella en trocitos regulares de más o menos el mismo tamaño para que se hagan todos a  la vez.

Coge una olla bien grande porque tiene que caber después todo, no te vaya a pasar como a mí que cogí una sartén pensando que ocuparía menos  y tuve que hacer un apaño…

A fuego medio añade la pella y remueve de continuo  para que suelte  la grasa y se vaya dorando, siempre con cuidado de que no se queme.

Como la sartén mía ya he dicho que no era lo bastante grande puse una olla  a la que con un colador y un cazo  iba sacando y colando la manteca blanca líquida que se iba formando en la sartén al deshacerse la pella, así quedaba espacio libre para añadir luego la panceta. 

Cuando la pella está a medio hacer añade la panceta y sigue dándole vueltas para que suelte más manteca y se vayan haciendo los chicharrones. Yo creo que estuve más de tres cuartos de hora dándole vueltas para que se dorasen… pero merece la pena! Claro que en la carnicería también te los venden hechos muy ricos jejeje

Ve sacando los chicharrones  para que no se quemen conforme los vayas viendo doraditos. Una vez apartados échales sal por encima.

Con la primera manteca que saqué con el cazo llené luego dos tarrinas de 400 g cada una, que guardé para hacer dulces y para comerla en tostadas con azúcar que está de muerte.
 Luego de añadir la panceta salió cerca de un kilo más de manteca blanca que usé para hacer manteca "colorá" de lomo.