Tarta de limón con merengue suizo - Reto Alfabeto Dulce

Hoy como cada 25 toca el reto "Alfabeto Dulce" de Cook the Cake. Esta entrada bien se podría haber llamado “Mis aventuras y sobre todo desventuras en el mundo de los merengues” pues haciendo gala como siempre de mi gran capacidad de previsión  dejé el reto para los últimos días del plazo, se ve que me gusta vivir al límite qué le voy a hacer… encima con la presión de que había sido yo la culpable de elegir el dichoso ingrediente con la M, no pude decir manzanas o miel, no… Para ver el resto de recetas pinchad aquí.

La verdad es que para mí lo del merengue era un auténtico reto porque sólo había hecho alguna que otra vez  merengue francés y con resultados dispares…  eso sí  gracias al reto he descubierto que esto de los merengues es un poco como la ONU, hay merengue francés, suizo, italiano, japonés, americano...

He de decir en mi defensa que había pensado hacerlo en Semana Santa con tranquilidad pero el viernes de Dolores al mediodía íbamos camino de Burgos para ver a mis suegros en una decisión de última hora, aunque nos teníamos que volver para Sevilla en pleno Jueves Santo, ahí con un par…

El jueves noche una vez de vuelta en Sevilla me vi que no tenía ni un  huevo, y a ver quién hace un merengue sin huevo, lo de hacer milagros todavía como que no sé…  así que a esperar al sábado.

El sábado temiendo la avalancha de gente después de dos días festivos me planté en el supermercado bien tempranito, con los codos preparados para defender mi espacio vital y me llevé dos docenas de huevos  por si acaso, que no quería ni pensar tener que volver a aquel infierno…

Al día siguiente iba a hacer unas mini pavlovas rellenas de mousse de chocolate y trocitos de plátano para merendar, pero cuando me levanté ¡¡¡horror!!! Estaba lloviendo a cántaros así que nada de hornear merengue con esa humedad y adiós a las pavlovas.

Entonces toda optimista pensé “pues nada hago un merengue suizo al baño maría, por primera vez en mi vida,  y decoro una tarta con él”.  Una de las cosas que mejor va con el merengue es el  limón y de esos tenía unos cuantos regalo de mi vecino Pepe así que me decidí para hacer la tarta con el bizcocho de limón de toda la vida  y un lemon curd para rellenarlo. Como se tenían que enfriar ambas cosas opté por dejar el merengue ya para el lunes, total por un día más…

El lunes monté la tarta y me puse a hacer mi primer merengue suizo, como tenía las seis claras sobradas del lemon curd pues ale todas pa’ dentro… luego me salió merengue para dar y regalar claro…  así que he puesto sólo la mitad de las cantidades que usé para el merengue que creo que son más que suficientes para cubrir una tarta de estas dimensiones.

En fin, no sé cómo me habrían salido las pavlovas que pensaba hacer de primeras pero desde luego he quedado muy contenta con esta tarta,  de seguro que la repetiré en breve porque es pequeñita y el bizcocho queda delicioso impregnado con el lemon curd.

El merengue suizo queda precioso para decorar la tarta porque le da brillo además de que se complementa a las mil maravillas con la acidez del limón.

El bizcocho de limón está mucho mejor cuando lleva dos o tres días hecho así que esta tarta estaba justo en su punto cuando la partimos a los dos días de hacer el bizcocho.

Tarta de limón con merengue suizo

Ingredientes  (para 6 personas)

1 bizcocho de yogur y limón (receta aquí)

Lemon curd para el relleno (la mitad de los ingredientes de esta receta)

Merengue suizo

3 claras de huevo L

El doble de azúcar de lo que pesen las claras  (unos 200 g aproximadamente)

½ cucharadita de extracto de vainilla

Una pizca de sal

Preparación

Día 1

Bizcocho de yogur y limón

Es un bizcocho muy sencillo de hacer, aquí os dejo la receta que ya publiqué hace tiempo con la variación de que en vez de un único molde repartí  la masa del bizcocho por igual en dos moldes de 15 cms cada uno, para obtener una tarta más alta.

Y los horneé a 170 ºC en vez de 180 ºC para que no subieran mucho. Puse los dos moldes en mitad del horno y cuando llevaban 20 minutos los intercambié de sitio y les di la vuelta para dejar la parte de atrás delante, para asegurarme así de que se hacían por igual por todas partes pues mi horno no tiene ventilador. En media hora estaban listos.

Una vez horneados y fríos los envolví en film transparente y los metí en la nevera hasta el día siguiente.

Lemon curd

Lo preparé siguiendo esta receta y una vez frío el bote lo metí en la nevera para que se cuajase bien para usarlo al día siguiente. Como la tarta era pequeña me sobró con la mitad del bote así que recomiendo hacer solo la mitad de la receta salvo que tengáis pensado usar el lemon curd para otra cosa.

Día 2

Merengue suizo

El merengue suizo se hace al baño maría sin llegar nunca a rebasar los 65 º C para evitar que se cuajen las claras. Se montan en un bol las claras con una pizca de sal y se añade el azúcar poco a poco y la vainilla, y luego se sigue batiendo al baño maría; una vez que el azúcar se ha disuelto por completo por la acción del calor, lo cual se comprueba tocándolo con los dedos y viendo que no se notan ya los granos de azúcar, hay que retirarlo del fuego y seguir montándolo hasta que se enfríe el recipiente y esté bien montando.

Aquí os dejo un video estupendo para ver cómo se hace que lo explica mucho mejor que lo haría yo en fotos, además no tenía manos para sujetar la batidora y hacer fotos…

No puedo decir cuántas veces metí el dedo para comprobar  si el azúcar se había disuelto  y que aquello no superase los 65 ºC y se convirtiese en un revuelto de claras en vez de merengue… he llegado a la conclusión de que necesito un termómetro de cocina o un poco más de paciencia.

Después de retirarlo del fuego estuve montándolo con la batidora eléctrica a velocidad alta un cuarto de hora… Sisi has leído bien, un cuarto de hora… Desde aquí pido un monumento para nuestras abuelas que montaban  el merengue ¡¡¡a mano!!!

La próxima vez espero que me salga mejor porque esta vez no me quedó todo lo duro que creo que debería haber quedado aunque la decoración con la espátula que le hice se mantuvo perfectamente.

Montaje de la tarta

Terminado el merengue lo siguiente que hice fue cortar con la lira dos capas del grosor de un dedo de cada bizcocho, partiendo desde la base para que quedaran rectas. Las partes superiores curvadas las guardé para el desayuno.

Después monte las cuatro capas untando previamente cada una con una capa de lemon curd, como si estuviera untando mermelada en una tostada, no conviene pasarse echando que luego predomina demasiado el sabor.

Coloqué la tarta en la base giratoria, la recubrí con una capa de merengue, no excesivamente gruesa porque tampoco quería que repugnase de dulce.

La alisé un poco por encima y luego girando la base y dejando quieta contra la tarta la espátula dentada que se ve en la foto le hice la decoración final. Esta espátula la podéis encontrar por poco más de un par de euros en casi todos los sitios donde vendan cosas de bricolaje.

Guardé la tarta en el frigorífico y el día siguiente antes de servirla como tenía un rosal con las rosas casi destrozadas por la lluvia decidí aprovecharlas y usarlas para dar un toque de color a la tarta.

Y hasta aquí mi aventura con el merengue, seguramente habrá más porque llevo muuucho tiempo detrás de hacer una pavlova, aunque ya casi que me espero al verano…

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