Tarta de chocolate blanco y café capuccino al caramelo (sin horno)

Varias veces me han preguntado por la tarta de la portada del blog porque no la encontraban en el índice, la verdad es que era complicado encontrarla porque no estaba publicada…  hasta hoy que por fin lo he hecho.

La tarta es de las más sencillas que conozco, la hice hará unos dos años para mi cumpleaños adaptándola con algunas modificaciones de aquí.  

 Por aquél entonces lo de tener blog como que ni se me pasaba por la mente (qué felices vivían entonces mis conejillos de India…)  sólo tenía pues las fotos del resultado, pero ayer la preparé de nuevo para celebrar hoy el día de la madre y he aprovechado para hacer las fotos del paso a paso.

En aquel entonces para decorarla le hice unas hojas de chocolate usando hojas de rosal como molde (podéis ver cómo aquí) y le modelé unas rosas con chocolate plástico que no me quedaron especialmente bien, tengo que pulir la técnica aún jejeje… se hacen como las de fondant pero usando chocolate plástico, las mariposas también son de chocolate plástico.

En cierto modo esta tarta se parece a la tarta de tres chocolates pero con sólo dos capas, una de chocolate con leche y café y otra bastante más finita de chocolate blanco.

Tarta de chocolate blanco y café capuccino al caramelo

Ingredientes (molde 24 cms)

Base

250 g galletas tipo digestive, molidas

80 g mantequilla sin sal, reblandecida en el microondas un par de minutillos

3 cucharadas de cacao  en polvo y 1 buena cucharada de azúcar para compensar su amargor

Un chorrito de leche para que ayuda a ligar bien la masa

Capa de café capuccino al caramelo y chocolate

500 ml nata para montar 35 % m.g.

500 ml leche entera o semidesnatada

125 g chocolate con leche *
30 g de café capuccino al caramelo (lo venden en Mercadona)

2 cucharadas de azúcar *

2 sobres de cuajada Royal (cada sobre vale para 500 ml)

 

* Esta vez opté por probar uno más negro,  con el 70 % de cacao y me ha gustado menos que cuando la hice la primera vez, ha quedado más amarga así que recomiendo usar mejor chocolate con leche con menos cacao. Es por eso que la capa inferior se ve más oscura en el paso a paso que en las fotos de la de mi cumpleaños.
* Si usas un chocolate con leche suave lo mismo basta con una, es cuestión de probar la mezcla antes de retirarla del fuego y ver si está a tu gusto de dulce.

Capa de chocolate blanco

250 ml nata para montar 35% m.g

250 ml leche entera o semidesnatada

150 g de chocolate blanco

1 sobre de cuajada

Azúcar no lleva porque el chocolate blanco se basta por sí solito.

Preparación

Base de galletas

Tritura las galletas en la picadora, ponlas en una fuente, con el azúcar y añade la mantequilla reblandecida en el microondas, mezcla y añade las cucharadas de cacao para darle el tono oscuro. Si no liga bien puedes añadir un chorrito de leche para que te ayude a que quede una masa manejable.

 

Forra la base del molde con papel y extiende la masa de galleta por encima, aplastándola con el dorso de una cuchara para que quede bien nivelada.

Mete el molde en la nevera mientras preparas la capa de café.

Capa de capuccino al caramelo y chocolate negro

En un cazo ponemos la nata y la mitad de la leche a calentar.

En una jarra ponemos el resto de la leche y disolvemos bien en ella la cuajada, el café y el azúcar.

Cuando la mezcla del cazo esté bien caliente añadimos el chocolate con leche troceado y removemos para disolverlo.

Finalmente añadimos la leche restante con la cuajada y removemos de continuo para que se mezcle todo bien y no se asiente en el fondo, que podría quemarse.

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Cuando se espese y vaya a romper a hervir retiramos del fuego y lo vertemos a través de un colador sobre la base de galletas.

El uso del colador es para evitar que se nos cuelen posibles grumos de cuajada.

Una vez que se enfríe lo metemos en la nevera de nuevo para que se cuaje bien esta capa.

Capa de chocolate blanco

Un par de horas después para que le haya dado tiempo a la capa de café a cuajarse bien, preparamos esta otra capa.

Ponemos la nata en un cazo a calentar, cuando esté caliente añadimos el chocolate blanco troceado y removemos para que se vaya disolviendo.

Mientras en una jarra con la leche añadiremos el sobre de cuajada y removeremos bien para que se disuelva y no queden grumos.

Cuando el chocolate se haya disuelto por completo añadimos la leche con la cuajada  al cazo y removemos para que se mezcle todo bien y no se asiente.

Cuando rompa a hervir retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco, no mucho no se vaya a cuajar.

Rayamos la superficie de la primera capa con un tenedor, para ayudar así que las dos capas se integren y agarren y no se vayan a separar al cortar la tarta, y vertemos a través de un colador la capa de chocolate blanco sobre la otra capa de la tarta, con mucho cuidado para que no se vayan a mezclar. Se puede poner una cuchara sobre la tarta para que reparta la mezcla con más suavidad.

Dejamos que se enfríe y cuando esté totalmente fría  la volvemos a meter en el frigorífico hasta el día siguiente.

Sácala al día siguiente del molde con mucho cuidado para no estropear los filos y retira  el papel de la base para pasarla al plato de servir, ésta es quizás la parte más delicada porque hay que tener mucho cuidado con la tarta para que no se estropee.

Decora  al gusto con virutas o fideos de chocolate, o cacao en polvo y una plantilla, u hojas de chocolate o lo que se te ocurra.

Mantenla en el frigorífico hasta que la vayas a servir y una vez servida lo que sobre hay que volver a guardarlo en el frío.

Aquí está como la hice ésta vez, que quedó más bajita al usar un molde grande:

Y aquí la de mi cumpleaños, un poco más pequeña.

 

En la de mi cumpleaños como usé un molde más pequeñito porque quería que quedase más alta la tarta me sobró de ambas capas... Lo que hice para aprovechar todo fue hacer una mini tarta usando un molde de emplatar forrado con papel de aluminio  para hacerle la base.

Y si  lo prefieres también se puede presentar en copas individuales para cada uno sin la base de galletas.

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